viernes, 5 de diciembre de 2008

LAS BALLENAS.EL ANIMAL MAS GRANDE DEL MUNDO.

Las ballenas tienen aspecto de peces, pero son mamíferos. Son animales de sangre caliente que nacen, viven, duermen y se reproducen en el agua. Suelen encontrarse en aguas frías, pero no es éste su hábitat exclusivo, puesto que llegan cada año hasta la zona ecuatorial, en su época de cría.
Los antepasados de estos animales tan magníficamente adaptados al medio marino eran, sin embargo, animales terrestres cubiertos de pelo. Aquellos antepasados se acostumbraron a pasar cada vez más tiempo en el mar; era su manera de eludir a sus enemigos terrestres, superiores en número y fuerzas.
Llegó un día en que renunciaron por completo a salir del agua; allí encontraban todo lo necesario para su subsistencia. Y como ya no necesitaban patas para caminar, sus miembros cambiaron poco a poco: las patas delanteras se convirtieron en aletas. Las patas traseras simplemente desaparecieron. Las colas se convirtieron en fuertes aletas caudales, y como el tupido pelaje también les era innecesario, desapareció...
Pese a ser animales muy grandes y estar dotados de una enorme cabeza, las ballenas tienen unos ojos asombrosamente pequeños. Su oído externo no es más que una diminuta abertura circular situada detrás del ojo. Pero no nos engañemos por el tamaño de estos órganos, tanto su sentido de la vista como el del oído son excelentes.
Las fosas nasales de las ballenas están en un lugar muy distinto al de cualquier otro animal; la abertura de las mismas no se encuentra en el extremo del hocico, sino en lo alto de la cabeza. Esta curiosa y especial disposición le permite sumergirse y nadar debajo del agua con la boca abierta, gracias a lo cual puede capturar su presa debajo de la superficie, sin el menor riesgo de que sus pulmones se llenen de agua y se ahogue.
Una ballena es incapaz de respirar por la boca, pues su extraña nariz no se abre cerca de la misma; un tubo continuo lleva aire directamente desde la parte alta de la cabeza a la tráquea y a los pulmones. Cuando se sumerge, unos poderosos músculos cierran firmemente la abertura de la nariz, de manera que no puede entrar a ella ni una sola gota de agua.
Las ballenas son capaces de contener la respiración y permanecer sumergidas mucho tiempo sin dificultad. Cuando suben a la superficie, lanzan con tremenda fuerza el aire contenido en sus pulmones. Como este aire caliente está saturado de humedad, apenas entra en contacto con el aire externo (más frío), se condensa en un vapor visible. La respiración de la ballena se eleva en una hermosa fuente o columna de agua sobre la superficie del mar; cuando expulsa el aire de sus pulmones, se dice que “lanza el chorro” o que “sopla”.
Por su tamaño las ballenas inspiran temor, pero son gigantes buenos, pues suelen tener un comportamiento muy tímido y se las considera completamente inofensivas. Sus movimientos son muy graciosos; giran, se zambullen y saltan fuera del agua cuando juegan. Son muy sociables y se brindan a menudo pruebas de afecto. Las madres sienten verdadera devoción por sus crías -llamadas “ballenatos”- que pueden medir unos 5 metros al nacer y pesar unas 6 toneladas. Las ballenas defienden a sus crías de los depredadores de forma ejemplar, incluso a costa de sus vidas. Ésta es una lección bien aprendida por los balleneros, que herían a los ballenatos para evitar la huída de la manada y así cazarlas más fácilmente.



TORTUGAS MARINAS


Las tortugas marinas son animales solitarios que pasan el noventa por ciento de su vida en mar abierto. Por esta razón es difícil estudiarlas y se desconocen muchos aspectos de su vida. Además, a diferencia de otras especies, rara vez conviven entre sí. Una de sus habilidades es emigrar y después regresar a la misma playa para anidar.
La lucha de la tortuga por la supervivencia, empieza desde que sale del cascarón, porque debe de viajar, por sus propios medios, desde la playa hasta el mar. Las primeras 48 horas de su vida son críticas, pues debe ponerse a salvo de los depredadores y además debe encontrar su propio alimento. Muchas crías en el Atlántico y el Caribe deben abr
irse paso en las corrientes del Golfo de México, que están llenas de plantas acuáticas. Ahí las jóvenes tortugas encontrarán una amplia fuente de alimento y pocos depredadores.
Después de varios años de flotar en el mar, las tortugas pueden regresar a las aguas cercanas a la costa donde podrán pasar su juventud. Al llegar a la edad adulta y la madurez sexual (7 u 8 años), se cree que las tortugas marinas emigran a un nuevo hábitat donde probablemente, pasarán el resto de su vida, excepto durante la época de reproducción. El apareamiento y el desove son las únicas actividades que desvían a las tortugas de su vida rutinaria y sus sitios de alimentación. Aún no se sabe con certeza por qué este tipo de tortugas desovan en una playa especifica. Miles de tortugas Caguamas nadan muchos kilómetros para llegar a los mismos sitios de la costa de la Florida a depositar sus huevos, al igual que muchas tortugas Blancas, que desovan sólo en determinadas playas centroamericanas.
En mar abierto, las tortugas marinas encuentran corrientes fuertes, por lo que su visión es muy limitada y solo pueden sacar la cabeza unos centímetros fuera del agua; a pesar de estas limitaciones, pueden llegar a anidar la misma playa. Saber cómo es que logran hacer esto, es un gran misterio, pero se cree que puedan detectar el ángulo y la intensidad del campo magnético de la tierra para determinar su latitud y longitud, y así navegar a cualquier lugar.
En la actualidad, las investigaciones sobre las tortugas se centran en ver si realmente pueden guiarse por éstos ángulos. México es uno de los países con mayor número de tortugas marinas en el mundo, ya que de las ocho de las especies existentes, siete habitan en los mares mexicanos y además, nacen en sus playas. Las siete especies están en peligro de extinción en mayor menor grado, debido a la persecución de que son objeto ya sea para conseguir su carne, su piel, sus huevos o para obtener sus caparazones que son vendidos a muy alto costó en los mercados negros. La única especie que no se encuentra en México es la tortuga Kikila o Australian Flatback Turtle. Contrariamente a lo que se hace en la actualidad, los antiguos mexicanos paragonaban a las tortugas con divinidades dibujándolas -como el Códice Borgia- junto a diosas como Xochiquetzal (Diosa de las flores) y hasta relacionándolas míticamente con el origen del pueblo Tolteca, como se puede apreciar en el Lienzo de Jucataco, en donde se ve el pueblo tolteca cabalgando sobre tortugas para llegar a Chalchicueyecan, hoy litoral de Veracruz. En la lengua nahua se llama a las tortugas con el nombre e Ayotla, población del Estado de México, y Ayutla, en el estado de Guerrero, y quiere decir "lugar abundante en tortugas". En tanto que a las tortugas marinas las llamaban ayotectli o chimalmichin que quiere decir "pescado con escudo". Las siete especies que habitan en nuestros mares son:
1.- Tortuga Blanca, Verde o Parlama.
2.- Tortuga Carey.
3.- Tortuga prieta.
4.- Tortuga caguama.
5.- Tortuga lora.
6.- Tortuga laud.
7.- Tortuga golfina.